viernes, 6 de diciembre de 2013

Capitulo 20: De sueño en sueño.

Después de despedirnos, nos fuimos al aeropuerto sin prisa, ya que quedaban varias horas para que nuestro vuelo saliera.

Álex y yo fuimos comentando "la jugada" como dos tontos, todo lo que nos había pasado. Estábamos felices, radiantes... pero las conversaciones se fueron terciando cada vez más amargas hasta el silencio, donde ambos nos quedamos sumidos en nuestros pensamientos.

Comimos sin mucho tema de conversación, fuimos al aeropuerto y nos embarcamos de camino a casa, de vuelta del sueño. De camino yo no paraba de pensar en estos dos días (que realmente fue uno), cada segundo de cada momento mágico con ella, y no paraba de pensar que ya se había acabado, que cabría la posibilidad de que jamás la volviera a ver. Fue triste y muy duro, para que os voy a engañar.

Llegamos a casa, la escusa para mi padre (que ese momento vivía con el y uno de mis hermanos) fue que me había quedado con mi mejor amigo en su casa. Un "hola" escaso (no me llevaba demasiado bien con el) y directo a amargarme a mi habitación.

Y así pasaron las siguientes semanas, saliendo poco a poco de la amargura  (mantenerme distraído con los estudios también ayudaba). Todos los días hablábamos un poquito, porque ella tenía los finales y no tenía mucho tiempo.

Pasaron las semanas, vuelta a la vida normal, aunque me pasaba algo raro: ya no me dolía la partida de su lado, pero cada día, el agujero que me había dejado se me hacía cada vez más grande.

Después de las semanas pasaron los meses y llegó verano. Vacaciones, calor, helados y descanso, pero yo seguía teniendo ahí mi agujero, cada vez mas grande, hasta que se me ocurrió.

- Que pasa Jaime tío, que te cuentas.
- Pues na, pensado que hacer en vacas...
** Idea brillante **
- Hostia tio! Y si nos vamos de camping? Tu tenías una tienda de campaña, no?
- Hostia si, y tengo todo el material de acampada, pero... a donde? Ah, no me digas quieres ir a..
- Si..., estaba ahorrando y tal, pero si vamos de camping me saldría mucho más barato, solo si te mola la idea, si no podemos ir a otro lado.
- Coño tio, claro que me mola, y por ti sabes que mato, jejejeje.
- Hostia que puto crack, de verdad que me haces un favoraco tremendo, se lo tengo que decir a ésta.
- Jeje, de nada tio, tengo que cuadrar los días en el curro, pero no creo que tenga problema. Y oye, se lo vas a decir a Álex?. La verdad es que no me apetece ir con él tío...
- Uhm... pero tengo que decírselo. Fue él quien me la presento, por lo menos esta vez.
- Bueno vale, así nos saldrá más barato.
- Ok , gracias de verdad.

----------------------------------------------------------
- Que pasa Álex, tengo una buena noticia macho.
- A ver, cuentame.
- He hablado con Jaime para irnos de camping a verlas.
- Puf..... que mierda tio, o sea, me mola mazo la idea, pero no tengo nada de nada de nada de nada de pasta.
- Pero nada nada nada?
- No tio... que mierda, id vosotros, ya iré yo la siguiente.
- Pero... de verdad que no te importa?
- No.. por lo menos disfruta tu, yo haría lo mismo, de verdad.
- Pues que putada macho, bueno, ya iremos la siguiente.
- OK!


Y sin darme cuenta, volvía a soñar.


lunes, 2 de diciembre de 2013

Capitulo 19: ¿te pasa algo conmigo?


Las vacaciones se me pasaron voladas. El fin de semana de antes del fin de vacaciones quedamos Marta, Estela y yo en casa de Estela, ya que apenas nos habíamos visto en las vacaciones. Aunque realmente no hablamos mucho, Estela no quería hablar demasiado de lo que había pasado en mi casa unos días atrás con Alex, de echo, sentía que para ella era un simple juego, además de que me evitaba, y notaba que Estela, ya no estaba siendo como antes.

Los exámenes de éste último trimestre estaban siendo mucho más estresantes de lo que me pensaba, y aunque apenas tenía tiempo de nada, sólo de estudiar, todos los días sacaba algo de tiempo para poder hablar con él.
Sentía cada vez más como las chicas, sobre todo Estela, ''pasaba'' un poco, mucho de mí y aquello me molestaba. Marta me contaba cosas de ella, que no sabía, porque ya no me lo contaba, o me decía que habían quedado y no me habían llamado. Así que un día a mediados de Mayo creo que fue (si no recuerdo mal) en un recreo hablé con ella.

-Tía..enserio, dime la verdad, no sé ¿te pasa algo conmigo?
-No, no me pasa nada, no te preocupes
-No, no me preocupo, pero no me creo que no te pase nada, cuando ya de repente apenas hablas conmigo, de echo lo poco que se de tí es porque Marta me lo cuenta, además de que siento de que me desplazas.
-No, que va, simplemente sabes que estoy pasando un momento delicado, pero no me pasa nada contigo.
-A ver, si te he hecho algo, perdona, jamás a sido esa mi intención y si he hecho algo que no te ha gustado lo siento, pero..no se, sinceramente me gustaría que me dijeras si tienes algún problema conmigo.
-No, son paranoias tuyas, enserio que no me pasa nada, no te ralles.
-Bueno..sabes que estoy aquí para lo que sea, eso sí, de buena a tonta no me paso, te lo digo.
-Que si, que no te ralles.

Pronto llegó final de curso, apenas un mes después de esa conversación. Me quedaron varias asignaturas, pero bueno, después de los problemas que había tenido en los estudios no estaba tan mal.

Tal y como venía pasando de hacía meses atrás, yo seguía hablando con él todos los días, y Estela ya casi no me hablaba. De echo, desde la última vez que yo la llamé, ella no me había llamado. Me hice nuevas amigas, en realidad simplemente intimé un poco más con Aura y Lucía, varias compañeras de mi clase. Lucía se hizo muy amiga de Marta también, y normalmente solíamos quedar juntas.

Un día Alex nos pidió a Marta y a mí que le pusiéramos la cam, ya que estábamos con Estela, y ella nos dijo que no quería verle, que ya ''le tenía muy visto'', lo que hizo que me enfadara con ella, porque a parte de estar borde y tratarle mal, realmente muy visto no lo tenía y empezaba a demostrar cosas que no había visto antes en ella.

 Poco a poco Marta me contaba cosas de Estela, cómo estaba, qué hacía, cosas que tampoco tenían demasiada importancia. Desde la discusión de lo mal que ella trataba a Alex, hablábamos incluso menos que antes.

Un día, ya entrado el verano él me dijo que vendría, sí, volvería. Después de cuatro meses, íbamos a volver a vernos, aquello realmente me emocionó, esta vez, no vendría con Alex, sino con su mejor amigo, pero estaba feliz, a mi lo único que me importaba era que viniera a verme. Era volverlo a ver. De nuevo.

¿Sería tan genial cómo la primera vez?